28 de julio de 2011

Neurótico

13

Necesito saber dónde estoy. Pero no descubrirme. No irritar a nadie. Invisible como el ala de una mariposa. ¿Cómo el ala de qué? Un árbol en el Amazonas. Una araña en el sistema solar. Una poderosa fuerza invisible como la gravedad. Ir de a poco y no sacar todas las credenciales. Mi novia connmigo. Mi novia me escucha. Me sigue. Asiente cuando digo que todo va a estar bien. No quiero que termine este paréntesis. Saber dónde estoy, pero no despertar a mi novia de su profundo sueño donde soy quien no soy. Militar condecorado. Dos o tres medallas en mi pecho. Pensión, jubilación de privilegio y toda una vida por delante de lujos y despilfarro. No, no tanto. Mi novia a mi lado y un hombre de traje frente a nosotros. Tengo que saber dónde estamos y por qué.

- ¿Llegó el embajador?

No sé por qué pregunto eso, pero me gusta. Es acertado, grandilocuente, audaz. Me gusta. La pelota de su lado. Soy una sonrisa que el hombre no mira, porque observa la pequeña cicatriz en mi frente. ¿Qué mirás? Estoy a punto de decir. Estoy a punto de salir corriendo también.

- ¿Cómo sabe que venía el embajador?

¿Cómo sé? ¿Cómo sé que venía el embajador? ¿Qué embajador? Invento una puteada y no la digo por miedo a ser descubierto. Ya pasaron 5 segundos y estoy en un pileta de natación en los juegos olímpicos quieto. Dale campeón, dice un imaginario público argentino que pagó pasaje y estadía y espera más de su competidor.

- Yo soy amigo de Federico -digo y levanto las cejas.

No sé por qué pienso en Federico Artime. No lo veo hace por lo menos 7 años. Era rencoroso y mal jugador de fútbol. Me enseñó a silvar una mañana fría. Sí sé por qué. Porque el hombre que tengo frente a mí es exactamente igual a él. Un calco, pero viejo y canoso. La nariz pequeña y redonda. Los pómulos altos y rojos. La mirada celeste.

- Entonces, vos debés ser Rodrigo -dice mirándome a los ojos.

Desvío la mirada. El mozo secuestrador sirve dos copas de champagne en el otro extremo del salón. Sonrisa inocente de quien es mozo todas las horas de su vida. Ojos claros de prontuario limpio. No te desconcentres, me grito radical. Todo esto es una trampa. Mi novia aprieta un poco más mi brazo. Es una trampa, el hombre está midiendo cada una de tus palabras. Rodrigo es una fantasía. Brasa caliente. Si soy Rodrigo, el hombre comprueba que no soy Rodrigo. Porque Rodrigo no existe. Tenés que decir algo, dice mi novia en mi oído, o tal vez es sólo mi voz.

- ¿Rodrigo qué?

Excelente, digo eufórico en silencio. Excelente. Estoy tan feliz de mi hallazgo que sonrío sin darme cuenta. O me doy cuenta pero no me importa.

- Un verre de champagne? -dice un mozo al ofrecernos dos copas de champagne.

Sigo con mi idea de no aceptar nada de la fiesta.  Mi novia, en cambio, toma la copa. La miro: ¿A qué estás jugando? ¿Para qué lado pateas?

- Rodrigo Rodriguez.

¿Rodrigo Rodriguez? Es el nombre más ridículo que escuché en toda mi vida. Ganas de reirme en su cara. De decir: ¿Esto es todo lo que podés hacer? ¿Se te acabaron los trucos? No me hace falta la bandera a cuadros para ser el ganador. No sabés quién soy y yo sé que vos me estás engañando. Que me querés tirar la lengua. Que todo lo que decís es falso. Tendría que ser espía. Este trabajo lo hago a la perfección.

- Y yo soy Romina -dice mi novia, se acerca y le da un beso.

Está roja, eufórica y no sé si es por el champagne o por lo que acaba de decir. ¿Por qué mentís? ¿Qué clase de estrategia tenemos? ¿Dónde estamos? ¿Qué estamos haciendo? Poneme al tanto porque sino me voy. Te juro que me voy.

- ¿Cómo se va a ir ahora Rodrigo? Esto está empezando nomás -dice el hombre cuando se abre una puerta y todos los invitados entramos a un salón lleno de humo. 


2 comentarios:

  1. Una pregunta para intentar entender el más allá. El te juro que me voy, ¿fue un pensamiento o una frase tirada al viento?
    Pobre el personaje, esperando ser el héroe frente a su novia-que machista es el mundo- para que en un mísero segundo se vaya su deseo a los mil demonios. Ella volvió a tomar la posta! pobre el personaje!
    viva el feminismo protagónico!

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  2. Gracias, incansable compañero de aventuras por tu incansable apoyo! yo diría que Neurótico mucho no diferencia entre lo que piensa y lo que dice, así que... medio que da igual.

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